lunes, 6 de diciembre de 2021

Encrucijada

 


Camila no pudo dormir esa noche, por más que lo intento, a pesar de que apago el televisor y no le hizo compañía como otros días, a pesar de que se enrosco como un gato; se nego a escribir de madrugada porque el sueño se le iría, mas al siguiente día no podía recordar nada, estaba con la resaca que deja el no haber podido dormir bien.

Camila es una concertista en piano, ya terminó su doctorado en  Breklee College of music, ha viajado por muchos países tocando como solista, vaya maravilla cuando ella y el piano se fusionan, nada puede ser más cautivante para ella, como lo es ella al piano, fascinante, similar a la nota musical sol que reposa en su esvelto cuerpo, exactamente en su espalda, nadie más que el tatuador lo ha contemplado, pues Camila no es mucho de playa, y de amores ella no sabe nada, uno de sus deseos es poder en algún momento tener un amor, pues el miedo a la desilución la ha frenado. Era difícil poder sacar a Camila de la tienda de discos cuando era niña, nada más mágico para aquella niña que sumergirse entre las  distintas carátulas, los distintos sonidos, poder meter los dedos en los discos, ver a través de ellos. Ese magnetismo en aquella tienda de discos en Chile es capas de generar un gran amor, cuanto por sentir, aprender, descubrir y amar. 

Valparaiso  te respiro, te camino, te veo, te huelo, Camila ha vuelto a Chile, que extraordinario volver a pasear por las calles que alguna vez en la lejanía soñó, casas de colores, el puerto, la vida. Su mamá es quién la recibe, eres un ser soñador, dulce, melozo le dice a Camila mientras la abraza; ha vuelto a la casa de su madre por unos días, su mamá tiene inquilinos, además de una nueva pareja que tiene tres hijos; su tía tiene una pequeña casa en la casa de la familia Muños, no, ahora es la casa de la familia Rojas. Han sido buenos los días en Chile junto a su madre a pesar de todo. 

La tía Cesi le ha pedido a Camila que le enseñe a tocar- piano a sus tres pequeñas, los días con las niñas han sido divertidos, ellas se encuentran muy interesadas por el piano, hasta trajeron una pequeña pizarra, plumones para que Camila pueda dibujar el pentagrama y las notas musicales, es increible pero mientras menos oportunidades tienen las niñas, más ganas le ponen al aprendizaje piensa Camila, las niñas piensan que es la escencia de Camila, además la música propia, pues no hay ser humano al que no haya tocado. 

Apenas el segundo día de clases la tercera niña llega a casa de Camila con su tía Cesi por la puerta de la casa de la mamá de Cami, el esposo de la tía Cesi ha abierto la puerta, esto ha incomodado ha la dueña de casa, puesto que le ha vendido parte de su propiedad ha su hermana Cesi, pero, ella no tiene entrada, esto antes no importaba puesto que Cesi tenía entrada por otra propiedad, pero recientemente a tenido un incidente con la dueña de aquella entrada. 

Que bonito es enseñar, ver los pequeños dedos de las niñas al piano, escucharlas cantar una canción, poner música de Bowie mientras se toman un descanso, además de lo bonito de las clases las niñas comentan que van a pasar la navidad con la tía Cesi, esta familia que tiene una casa dentro de una casa tampoco cuentan con servicio de electricidad, anteriormente la luz le brindaba el señor que les brindaba la entrada.

Camila ve la incomodidad de su madre que siente que han excedido los límites que ella había establecido, además nadie ve con buen ojo a la pareja de la tía Cesi, Camila tampoco es debota de ella, hay algo en ellla que no gusta. 

Ha amanecido y Camila apenas durmió, piensa en las entradas al llegar a Santiago, pero también recuerda que hay salidas mientras marca el número de una amiga que conoció en Oregon y le ofreció su casa por si alguna vez iba a Cuzco, también piensa en el cariño digno de expresar de las niñas (os), recuerda cuando una de las niñitas en clase le dijo a su otra primita, no se cómo dibujas, pero sé que me ba a gustar tu dibujo, piensa en una pequeña casa donde habita ella y 13 personas más.


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